Hacía mucho que no me ponía con el blog por cuestiones personales. Esta entrada ya la tenía preparada. Es de inicios de Julio, ha pasado algo más de un mes. El verano continúa y el aplacante calor no me anima a salir. Desde entonces no he salido, tampoco ha vuelto a llover.
Escribo esto el 8 de Julio, en Viladecans , sobre las 11.30 h con una temperatura en el exterior de unos 31º a la sombra.
La verdad, no apetece mucho salir a pasear por el campo, tal vez a primera hora o ya a la tarde con el fresco.
Salí un día sobre las 09.00h, pero ya es tarde, sudé mucho y pasé mucho calor. En todo el Baix Ll. hay una humedad muy alta y el calor es más difícil de llevar.
Aunque el bosque está muy seco, creo que está mejor que otros años. Ha habido buenas lluvias este invierno y primavera (me gustaría que hubiera más), eh incluso el 2 de Julio por la noche cayeron unos 11 litros por metro cuadrado, que fueron muy buenos. Pero con estas temperaturas, estaría muy bien que volviera a llover ya.
En la salida vi muchas mariposas diferentes, varias clases de moscas y otros insectos. Columnas de diferentes hormigas atraviesan caminos y senderos. Las chicharras inundan la atmósfera con su sonido inconfundible, constatando que estamos en la estación estival.
El verano es buena época para encontrar insectos fácilmente, pero por nuestras tierras, según a qué horas salgas, puede ser muy tedioso. Yo salí en pantalones cortos, se me olvido ponerme repelente y me picaron muchos mosquitos, sobre todo en los tobillos. Iba buscando las sombras mientras me corrían gotas de sudor. Había mucho ajetreo en el aire, zumbidos de aquí para allá: moscas, abejas, abejorros, avispas, mariposas… incluso no sé si era una especie de mosca o abejorro se me puso delante de mi cara a un palmo, con un volar tipo colibrí, permaneció unos segundos frente a mi hasta que lo espanté con la mano, pero enseguida se puso otra vez frente a mi cara. Lo tuve que espantar varias veces ¿qué le atraería tanto?
Era una pequeña pesadilla veraniega aquel paseo. Entré en un bosque de pinos, el sol ya no castigaba mi cabeza desprovista de una gorra y ya casi de pelo, aunque seguía haciendo calor. Oía muchas cigarras, por el sonido intenté acercarme a alguna, pero me era imposible verlas, supongo que debe de haber algún método para conseguirlo.
Finalmente llegué a casa, donde me esperaba una ducha fresquita y una más fresquita cervecita. Y muy contento por que hice varias fotos y sobre todo por que vi y fotografíe una nueva mariposa, con la que me entretendré buscando información.
Después de contar mis tribulaciones. Muestro a un conocido abejorro que por supuesto también lo tenemos por aquí.
El Bombus terrestres es el abejorro más común de España, de mayor tamaño que la abeja mielifera, con una coloración a bandas amarillas y negras, y el final del abdomen de color blanco.
Son abejas sociales por lo que viven en colonias que pueden ser grandes, desde unas decenas de individuos a algún centenar. Estas colonias están formadas de una reina fértil y sus obreras.
Las reinas suelen hacer su nido subterráneo, disimulando la entrada con la hojarasca. También pueden aprovechar nidos abandonados de otros animales.
Almacenan alimento para unos pocos días, siendo más vulnerables a la escasez. Pero se las puede ver prácticamente durante todo el año recolectando.
Al no almacenar alimento, no hacen miel del néctar que recogen.
Pueden picar, pero es altamente difícil, porque no son agresivas.
Son abejorros fáciles de ver y bonitos, por su tamaño y colores. No se suelen ver sobre las flores en grandes grupos como las abejas normales (melíferas), más bien las ves solitarias y como he dicho antes, las puedes encontrar durante casi todo el año.


